Chalecos de Tweed para Hombres
Como se sabe, el chaleco es una prenda de ropa de abrigo para hombre o para mujer que no tiene mangas. Es un elemento indispensable del clásico traje de tres piezas para hombre.
A finales del siglo XVII los chalecos ya eran muy populares en muchos países europeos incluyendo Inglaterra, la cual según la opinión de los historiadores había sido su patria. Fue allí, en la corte del rey Carlos II, donde aparecieron los primeros ejemplares de este tipo de ropa que sustituyeron a las casacas.
Por supuesto, el chaleco no obtuvo su popularidad de la noche a la mañana, pero con el tiempo no simplemente se hizo habitual entre las capas superiores de la población de Inglaterra, sino se convirtió en uno de sus atributos principales. Antes de la aparición de correas y pulseras el reloj solía llevarse en el bolsillo del chaleco, mientras que su cadenilla se sujetaba en el ojal del botón.
Como tweel pasó a ser tweed
En el siglo XVIII el tweed se hizo muy popular, lo que le dio un impulso nuevo al desarrollo del chaleco. Es remarcable que hasta un cierto momento, en concreto, hasta el año 1830, el tweed se llamaba tweel (del inglés "twill" — tejido de sarga). El nombre fue cambiado por casualidad. Uno de los comerciantes londinenses estaba leyendo una carta sobre la tela que no conocía y se equivocó interpretando la palabra "tweel": pensó que derivaba de un topónimo — del río escocés Tweed. La tela se ha difundido por los alrededores bajo el nombre nuevo y lo mantiene hasta el día de hoy.
Chaleco de tweed como un rasgo del aristocratismo
La popularidad del tweed llevó a que en un cierto momento lo empezaran a usar para coser chalecos en todas partes. Gracias a la tela elástica, suave, ligera y poco peluda, los chalecos de tweed eran los que más se compraban. Según el duque de Windsor, su abuelo Eduardo VII y su padre Jorge V los dos preferían chalecos de tweed.
Hoy en día estas prendas de vestir no son menos populares que hace unos siglos. La excelente calidad del material y el invariable espíritu aristocrático atraen y conquistan a más y más admiradores. Los chalecos de tweed permiten a sus propietarios lucir con estilo y subrayar la admiración y el respeto por las tradiciones inglesas.
Además, serán un regalo perfecto para los amigos o familiares, porque son fáciles de lavar, no se arrugan y son capaces de servir durante mucho tiempo. ¿Sueñas con regalarle a alguien el encanto del Reino Unido? ¡En eso seguramente te ayudarán los chalecos de tweed para hombre Harris Tweed!